Fuggi, crudele, fuggi
Don Giovanni es una ópera en dos actos de Wolfgang Amadeus Mozart (1756 - 1791) con libreto de Lorenzo da Ponte, quien se basó en el mito de Don Juan, y sobre todo en la obra del monje y dramaturgo español Tirso de Molina, El Burlador de Sevilla (1630). Fue representada por primera vez en Praga, en el Teatro Nacional, el 29 octubre de 1787.
Esta ópera es el ejemplo por excelencia del genio de Mozart, donde lo mejor y lo peor de la naturaleza humana están a la vista, donde lo trágico y lo grotesco, lo sublime y lo ridículo se combinan en la búsqueda de los deseos más espirituales y terrenales. Todo esto se une en la más bella música jamás escrita, hasta el punto de que Richard Wagner afirmaría que Don Giovanni es "la ópera de todas las óperas”.
En el famoso dúo “Fuggi, crudele, fuggi” del primer acto, Donna Anna hace jurar a su prometido, Don Ottavio, que vengará la muerte de su padre.
¿Por qué la elegimos?
Porque es una brillante combinación de tragedia humana y comedia conmovedora, con música de una genialidad inmensurable.
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DONNA ANNA
(disperatamente)
¡Fuggi, crudele, fuggi!
Lascia che mora anchi'io
Ora che è morto, oh Dio!
Chi a me la vita die '!
DON OTTAVIO
Senti, cor mio, deh! senti;
Guardami un solo istante!
Ti parla il caro amante,
che vive sol per te.
DONNA ANNA
¡Tu sei! ... perdon, mio bene -
L'affanno mio, le pene ...
¡Ah! il padre mio dov'è?
DON OTTAVIO
¿Il padre? Lascia, o cara,
la rimembranza amara.
Hai sposo e padre en mí.
DONNA ANNA
¡Ah! Vendicar, se il puoi,
Giura quel sangue ognor!
DON OTTAVIO
Lo giuro agli occhi tuoi,
Lo giuro al nostro amor!
A DUE
Che giuramento, o dei!
Che barbaro momento!
Tra cento attatti e cento
Vammi ondeggiando il cor.
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DOÑA ANA
(desesperadamente)
¡Aléjate, cruel, aléjate!
Déjame morir también a mí,
ya que ha muerto, ¡oh Dios!,
quien la vida me dio.
DON OCTAVIO
Escúchame, corazón mío,
escúchame, un sólo instante;
te habla el enamorado
que vive sólo para ti.
DOÑA ANA
¡Eres tú! Perdón, mi bien.
Mi angustia, la pena ...
¡Ah!, ¿dónde está mi padre?
DON OCTAVIO
Tu padre... Aleja, oh querida,
el amargo recuerdo:
esposo y padre tienes en mí.
DOÑA ANA
¡Ah!, ¡jura que vengarás,
si puedes, esa sangre!
DON OCTAVIO
¡Lo juro por tus ojos!
¡Lo juro por nuestro amor!
A DÚO
¡Qué juramento, oh Dios!
¡Qué terrible momento!
Mi corazón vacila entre
centenares de sentimientos.