Largo al factotum (Fígaro)

Largo al factotum es la cavatina que canta Fígaro en el primer acto de Il Barbiere di Siviglia, la ópera bufa de Gioacchino Rossini (1792-1868) con libreto de Cesare Sterbini y basado en Le barbier de Séville de Beaumarchais. Su estreno tuvo lugar en Roma, en el Teatro di Torre Argentina el 20 de febrero de 1816, y con más de 200 años sigue representando el cenit de la ópera cómica italiana.

¿Por qué la elegimos?

Porque la cuarentena obligó a cerrar las peluquerías y cada cual busca una solución a su manera, por eso nos pareció divertido hablar de las consecuencias que nos acarrea.

Largo al factotum della città.
Presto a bottega che l'alba è già.
Ah, che bel vivere, che bel piacere
per un barbiere di qualità! di qualità!

Tutti mi chiedono, tutti mi vogliono,
donne, ragazzi, vecchi, fanciulle:
Qua la parrucca... Presto la barba...
Qua la sanguigna...
Presto il biglietto...
Tutti mi chiedono, tutti mi vogliono,
Qua la parrucca, presto la barba,
Presto il biglietto, ehi!

Figaro! Figaro! Figaro!
Ahimè, che furia!
Ahimè, che folla!
Uno alla volta, per carità!
Figaro! Son qua.
Ehi, Figaro! Son qua.
Figaro qua, Figaro là,
Figaro su, Figaro giù.

Ah, bravo Figaro!
Bravo, bravissimo!
Fortunatissimo per verità!

Pronto prontissimo son come il fulmine:
sono il factotum della città.

Abran paso al factótum de la ciudad,
que se apresura hacia su bodega, porque ya amaneció.
¡Ah, qué vida tan agradable, qué fino placer
para un barbero de calidad!

Todos me buscan, todos me necesitan,
mujeres, muchachos, ancianos, doncellas:
Aquí está la peluca... está lista la barba...
Aquí la hemorragia...
Pronto el boleto...
Todos me buscan, todos me necesitan,
Aquí está la peluca, está lista la barba,
Pronto el boleto, ¡hey!

¡Fígaro! ¡Fígaro! ¡Fígaro!
¡Válgame, qué furia!
¡Válgame, qué turba!
¡Uno a la vez, por favor!
¡Fígaro! Estoy aquí
¡Hey, Fígaro! Estoy aquí
Fígaro aquí, Fígaro allá
Fígaro arriba, Fígaro abajo

¡Ah, Fígaro es grande!
¡Grande, el más grandioso!
¡Ciertamente muy afortunado!

Rápido, rapidísimo, soy como el relámpago:
soy el factótum de la ciudad.