El Cónsul
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El Cónsul
NUEVA PRODUCCIÓN DEL TEATRO COLÓN
Drama musical en tres actos (1950)
Música y libreto
Gian Carlo Menotti
Dirección Musical
Justin Brown
Director de escena
Rubén Szuchmacher
Dramaturgia
Lautaro Vilo
Escenografía y vestuario
Jorge Ferrari
Iluminación
Gonzalo Córdova
Coreografía
Marina Svartzman
Coach de magia
Pablo Kusnetzoff
Asistente de dirección de escena
Mercedes Marmorek
ORQUESTA ESTABLE DEL TEATRO COLÓN
Reparto
JOHN SOREL
Leonardo Neiva
MAGDA SOREL
Carla Filipcic Holm
SECRETARIA DEL CONSULADO
Adriana Mastrángelo
MADRE DE JOHN
Virginia Correa Dupuy
AGENTE SECRETO
Héctor Guedes
NIKA MAGADOFF
Pablo Urban
MR. KOFNER
Alejandro Spies
MUJER EXTRANJERA
Marisú Pavón
ANNA GOMEZ
Marina Silva
VERA BORONEL
Rocío Arbizu
ASSAN
Sebastián Sorarrain
El cónsul cuenta las desventuras de un perseguido político y las kafkianas gestiones de su esposa en una sede diplomática para huir a un país libre. Humanista y dramaturgo de raigambre popular, gran parte de la obra de Menotti (1911-2007) interroga sobre la relación del hombre con el poder en todas sus manifestaciones.
En 1999, a sus 88 años, el compositor ítalo norteamericano vino a la Argentina por primera vez para hacerse cargo de la régie de este título en el Teatro Colón que, entre 1953 y 1967, ya lo había ofrecido en cuatro temporadas, tras su estreno mundial en Filadelfia. Por este trabajo, Menotti obtuvo el Premio Pulitzer de Música y el del Círculo de Críticos de Teatro de Nueva York.
ARGUMENTO
En algún país centroeuropeo totalitario, a mediados del siglo XX.
Acto I
John Sorel regresa a su departamento perseguido, como siempre, por la policía secreta. Están su madre, su mujer Magda y, en la cuna, su pequeño niño enfermo. John anuncia que tiene que huir a un país más seguro. Para seguirlo, Magda deberá conseguir una visa y esperar una señal: le romperán un vidrio de una pedrada y ella llamará a Assan, el vidriero, quien le traerá un mensaje. John se despide de su madre y de Magda.
En el consulado extranjero
Mientras espera su turno con la secretaria, Magda contempla las gestiones de varias personas por sus visas, incluyendo a un mago, Nika Magadoff, que pretende impresionar a la secretaria con sus trucos. Magda solicita ver al cónsul. “Nadie puede ver al cónsul”, dice la secretaria, “está ocupado”. Corresponde llenar los formularios. Todos terminan reflexionando, resignados, sobre su destino.
Acto II
En lo de Sorel
Magda y la madre tratan de calmar el llanto del niño. Magda se duerme y tiene una pesadilla: que ha muerto su niño. Se rompe el vidrio de la ventana, Magda llama de inmediato al vidriero Assan. Aparece, en cambio, la policía. El jefe le insinúa que podría unirse a su marido si le ofreciera alguna información sobre sus amistades. Magda se muestra firme y la policía, por el momento, se retira.
Assan informa que John está oculto y que no abandonará el país antes de que Magda obtenga su visa. Magda, para salvar la vida de John, le exige a Assan que diga que ya tiene los papeles en regla. Mientras tanto la madre descubre que el niño ha muerto.
Nuevamente en el consulado
Magda, presa de un ataque de nervios, ventila una violenta denuncia de la burocracia y de su desinterés por el individuo. Logra conmover a la secretaria, que le permite ver al cónsul en cuanto se retire el visitante anterior. Pero el visitante resulta ser el jefe de policía. Magda colapsa.
Acto III
En el consulado
Magda espera al cónsul. La oficina está por cerrar. Llega Assan con noticias de John: se ha enterado de la muerte del niño y viene por su mujer. Ella entrega a Assan una carta que, asegura, persuadirá a John de no regresar.
La sala de espera se vacía y aparece John, perseguido. La secretaria le dice que Magda justo acaba de retirarse y que si se apura, la alcanzará. Pero viene la policía y se lo lleva. La secretaria, tomando conciencia de la situación, alcanza a gritarle que avisará a Magda y la llama por teléfono.
En lo de Sorel
Suena el teléfono. Magda no hace caso y prepara su suicidio. Sella las aberturas y abre las llaves de gas de la cocina. Se cubre con su chal. Alucina: en una última danza macabra reaparecen todos los personajes. El teléfono suena de nuevo, pero Magda ya no tiene fuerzas para alcanzarlo. El teléfono suena, suena y suena...