Un quiebre en la historia
250 Aniversario
Ludwig van Beethoven
Un quiebre en la historia
Sinfonía N° 3 en Mi bemol mayor, Op. 55 "Eroica"
Orquesta Sinfónica de Bamberg
Dirección: Joseph Keilberth
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Teatro Colón, 3 de abril de 1962.
La Sinfonía No. 3 en mi bemol mayor, Op. 55 “Eroica” es una de las obras más importantes de la historia de la música. Fue compuesta en 1803, pero su estreno se produjo recién dos años después, en 1805 en Viena. Esta sinfonía (en términos estrictamente musicales) es casi tan conocida como la historia de su nombre, y pone en evidencia tanto la genialidad de Beethoven como sus profundas convicciones.
Daniel Barenboim, indiscutible referente del repertorio beethoveniano, expresó sobre la Eroica: “Dudo mucho que, en toda la historia del arte, haya habido un salto tan importante hacia adelante en tan poco tiempo”. La Eroica es un equivalente musical a la llegada a la luna, un hito que no sólo afecta al medio en la que fue concebida, sino también a otras manifestaciones humanas. Esta sinfonía capta, y de alguna manera inicia, la estética romántica y la tradición de las grandes sinfonías. Las dimensiones (en términos temporales y sonoros) más las libertades expresivas que se tomó Beethoven, completamente sin precedentes, hacen que esta obra sea un verdadero pilar fundacional del período romántico.
Desde el desarrollo impetuoso del primer movimiento, pasando por la marcha fúnebre del segundo y el vigoroso scherzo del tercero, hasta el movimiento final que funciona como un corolario de la monumental obra, Beethoven logra escribir una verdadera declaración de principios estéticos e ideológicos. En la vida del compositor esta obra significó un contundente símbolo de superación, ya que posiblemente haya estado transitando uno de los momentos más oscuros de su vida. Esta situación se transluce en su llamado “Testamento de Heiligenstadt”, carta (nunca enviada) que le escribe a sus hermanos a fines de 1802 declarando abiertamente los deseos de poner fin a su vida, golpeada por el avance de la sordera entre otras tragedias.
La historia cuenta que Beethoven originalmente pensó en dedicarle la Sinfonía No. 3 a Napoléon Bonaparte, con quien compartía sus ideales y la lucha contra la tiranía. Ferdinand Ries (estudiante de Beethoven en aquella época) escribió que, cuando Bonaparte se autoproclamó emperador, el compositor destrozó la hoja con la dedicatoria. Finalmente, la frase que abre la partitura es "Sinfonía Heroica, compuesta para celebrar la memoria de un gran hombre".
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