Turandot
Giacomo Puccini
Días y horarios
Turandot
Giacomo Puccini
Puccini 100
Estreno: Teatro Alla Scala, Milán. 1926
Estreno en el Teatro Colón: 1926
Última representación en este teatro: 2019
Ópera en tres actos (1926)
Música de Giacomo Puccini, con libreto en italiano de Giuseppe Adami y Renato Simoni, basado en Turandot de Carlo Gozzi.
Dirección Musical
Carlos Vieu
Beatrice Venezi* (18, 22, 26, 28, 29)
Idea original, concepción escénica y escneografía
Roberto Oswald
Director de escena repositor y diseño de vestuario
Aníbal Lápiz
Repositor de escenografía
Cristian Prego
Diseño de ilumninación
Ariel Conde
Asistente de dirección musical
Diego Censabella
Asistente de dirección de escena
Concepción Perré
Reposición
Orquesta Estable del Teatro Colón
Coro Estable del Teatro Colón
Director
Miguel Martinez
Coro de Niños del Teatro Colón
Director
César Bustamante
Reparto
Turandot
Veronika Dzhioeva (17, 19, 21, 23)
Anastasia Boldyreva (18, 22, 28)
Mónica Ferracani (26, 29)
Calaf
Marcelo Puente (17, 19, 21, 23, 28)
Jorge Puerta (18, 22, 26, 29)
Liù
Jacquelina Livieri (17, 19, 21, 23)
Marina Silva (18, 22, 28)
Florencia Burgardt (26, 29)
Timur
Lucas Debevec Mayer (17, 19, 21, 23, 29)
Christian Peregrino (18, 22, 26, 28)
Ping
Omar Carrión (17, 19, 21, 23, 28)
Sebastián Angulegui (18, 22, 26, 29)
Pang
Darío Schmunck (17, 19, 21, 23, 28)
Iván Maier (18, 22, 26, 29)
Pong
Carlos Ullán (17, 19, 21, 23, 28)
Sergio Spina (18, 22, 26, 29)
Mandarín
Luciano Garay (17, 19, 21, 23)
Juan Font (18, 22, 28)
Juan Barrile (26, 29)
Emperador Altoum
Gabriel Renaud (17, 19, 21, 23, 28)
Gabriel Centeno (18, 22, 26, 29)
Dos sirvientas
Analía Sánchez (17, 19, 21, 23)
Tamara Pepe (18 22, 28)
Constanza Castillo (26, 29)
Cintia Velázquez (17, 19, 21, 23)
Marina Torres (18, 22, 28)
Izumi Ishigaki (26, 29)
El príncipe de Persia
Duilio Smiriglia (17, 19, 21, 23, 28)
Marcos Padilla (18, 22, 26, 29)
Sinopsis
Desde el punto de vista dramático, Turandot, la última e inconclusa composición de Giacomo Puccini, genial en lo musical y con un eclecticismo que no duda en recurrir a las vanguardias o a las enseñanzas de Debussy cuando eso funciona, acarrea un problema casi insoluble (de hecho Puccini no pudo solucionarlo): su final. Es casi imposible que esa princesa que ha asesinado a medio mundo se estremezca por algo, y casi tan inverosímil como eso que un príncipe más o menos sensato, que por añadidura debe resultar querible para el público, abandone a la buena de Liù a la tortura y se empeñe en el amor por ese monstruo. La espectacular puesta de Roberto Oswald que el Colón estrenó en el Luna Park en 2006 y que llevó en gira a México un año después, sin embargo, lo consigue al enfrentar lo individual, como parte de un destino colectivo. Así como el pueblo va y viene y pasa de pedir tormento y sangre a reclamar piedad, todos parecen ser más juguetes de un destino un poco incomprensible que dueños de sus voluntades.