
Se formó en la Escuela de Danza de la Ópera de París y se unió al cuerpo de baile de la mítica compañía francesa en 1965. En 1987 Rudolf Nureyev la convoca para reponer su versión de El cascanueces en alla Scala de Milán. Ése fue el comienzo de su carrera como coreógrafa repositora. Al año siguiente, para el Ballet de la Ópera de París, repone las grandes obras del repertorio y, en forma paralela, trabaja con Jerome Robbins, William Forsythe, Roland Petit, Maurice Béjart, Jean-Claude Gallotta, Richard Tanner, Carolyn Carlson, Jiri Kilian, José Montalvo y Natalia Makarova, entre otros.
De Nureyev repuso El Lago de los cisnes, Don Quijote, Raymonda, La bella durmiente, además de La Cenicienta y La Bayadera, dos obras en las que también participó en la creación. Trabajó con compañías de teatros como Wiener Staatsoper, Wiener Staatsballet, Ópera de Helsinki, Ópera de Roma, Ópera Nacional de Bordeaux, Ballet Nacional de Marsella, Ballet Nacional de China y Ballet de Boston, entre otros.