
Fue uno de los directores de escena y escenógrafos más destacados del Teatro Colón y del país. Realizó más de 200 escenografías para ópera, ballet y teatro de prosa y más de 120 producciones como director de escena. Como régisseur abarcó un amplio repertorio: desde la Tetralogía de Wagner hasta Salomé, Electra, Turandot, Fausto, Tristán e Isolda, Parsifal, Los maestros cantores, Lohengrin, Tannhäuser, La flauta mágica, Tosca, Orfeo y Eurídice, El castillo de Barba Azul, Lucía de Lammemoor, Aida, I Due Foscari, Rigoletto, Don Carlos, Il trovatore, Fidelio, Hansel y Gretel, Carmen, Falstaff, entre muchas otras. Sus puestas se definían por una acentuada estilización, que podía llegar incluso a la abstracción. Sus obras circularon por el mundo, siendo elogiadas en América Latina, Estados Unidos, Canadá y Europa. A fines de la década de 1960, Oswald (1933-2013) creó la oficina de producción del Teatro Colón, y fue Director Técnico y de Producción Visual del primer coliseo en varias oportunidades. Obtuvo dos veces el Premio Konex de Platino, el Diploma al Mérito Konex también en dos ediciones y el Premio Calderón de la Barca de la Academia Nacional de Bellas Artes, entre otros galardones. Así como el maestro Oswald fue una de las personalidades más queridas y respetadas del Teatro Colón, Aida es uno de los títulos más revisitados desde su apertura en 1908. El telón se levantó por primera vez con este clásico de Verdi y lo volvió a hacer en 36 temporadas más.