
Cámara | Czerny – Mendelssohn
Días y horarios
junio
Salón Dorado
Duración: 60 min
Programa
Carl Czerny
(1791-1857)
Trío para corno, violín y piano, op. 105 – «Premier Grand Trio»
I Allegro
II Adagio espressione
III Rondo. Allegro scherzando
Violín
Olga Pinchuk
Corno
Leonardo Melgarejo
Piano
Irina Dichkovskaia
Felix Mendelssohn-Bartholdy
(1809-1847)
Cuarteto de cuerda n.º 6 en fa menor, op. 80
I Allegro vivace assai
II Allegro assai
III Adagio
IV Finale: Allegro molto
Violín I
Diego Vassallo
Violín II
Daniela Sigaud
Viola
Fernando Herman
Violonchelo
Nicolás Rossi
En esta oportunidad, el Teatro Colón ofrece un concierto de música de cámara del siglo diecinueve, dedicado a las figuras de Carl Czerny y Felix Mendelssohn en su Salón Dorado. Olga Pinchuk, Leonardo Melgarejo e Irina Dichkovskaia deleitarán al público con el Trío para corno, violín y piano, op. 105 del compositor austríaco que ha sido alumno de Beethoven y maestro de Liszt. El mismo nace gracias a la amistad entre él y el cornista checo, Johann Janatka. Originalmente concebido con el mismo orgánico que se popularizó hasta nuestros días – violín, corno y piano –, fue arreglado por el mismo Czerny a pedido de Schlesinger, dueño de la editorial del mismo nombre en Berlín, sustituyendo el corno por un violonchelo. El Trío cuenta con pasajes donde reina la simpleza y belleza de la melodía conjugada con texturas de diálogo y acompañamiento. Czerny es mayormente conocido por sus piezas didácticas para el piano, aunque su producción es amplia y diversa. Considerado una figura de transición del Clasicismo al Romanticismo, cuenta con fantasías, sonatas, sinfonías y lieder, entre otras piezas de distintos géneros.
Interpretado por Diego Vassallo, Daniela Sigaud, Fernando Herman y Nicolás Rossi, el Cuarteto de cuerda n.º 6 en fa menor de Mendelssohn comienza con unos trémolos de arco, sugiriendo que el movimiento del Sturm und drang (Tormenta e ímpetu) ya lo había influenciado. Seguidor de la tradición beethoveniana, el Cuarteto contiene el elemento rítmico pulsante, generador del dramatismo. En un estilo que se distancia del más reconocido del compositor, como en sus Romanzas sin palabras, Mendelssohn prueba su identidad como romántico en su aproximación a la forma, la modulación lejana y la fragmentación. De todos modos, es posible apreciar su lirismo característico y expresivo en el Adagio. Esta obra compuesta en el último año de su vida atestigua la originalidad de Mendelssohn, auténtico creador de tópicos que más tarde se asociarían directamente al Romanticismo.