Salón Dorado

Cámara | Mozart – Lauber – Furtok – Rudmisky

Cámara | Mozart – Lauber – Furtok – Rudmisky

Días y horarios + info


Salón Dorado

Días y horarios

julio

03

jue

17:30 hs

jueves 03/07, 17:30 hs

Salón Dorado

Mozart – Lauber – Furtok – Rudmisky

Duración estimada: 60 min

Programa

Wolfgang Mozart
(1756-1791)
Divertimento para trío de cuerdas, K.563
I Allegro
II Adagio
III Menuetto: Allegretto
IV Andante
V Menuetto: Allegretto
VI Allegro

Miembros del Cuarteto Soldi

Violín
Freddy Varela Montero

Viola
Adrián Felizia

Violonchelo
Gloria Pankaeva

Joseph Lauber
(1864-1952)
Cuarteto para contrabajos
I Andante espressivo
II Allegretto scherzando
III Fuge – Maestoso
IV Larghetto – Allegro

Boguslaw Furtok
(1967-)
Andante Elegiaco

Germán Rudmisky
(1982-)
Cuarteto para contrabajos n.° 2
I Andante Moderato
II Scherzo
III Lento
IV Allegro con brío

Contrabajos del Sur
Julián Medina
Elián Ortíz Cárdenas
Santiago Bechelli
Germán Rudmisky


Una tarde de cuerdas
En este segundo concierto del ciclo «Cámara» se podrá escuchar un heterogéneo repertorio interpretado por integrantes del Cuarteto Soldi y por la agrupación Contrabajos del Sur. El programa incluye el Divertimento para trío de cuerdas, K.563 de Mozart, el Andante Elegiaco de Boguslaw Furtok y dos cuartetos para contrabajos: uno de Joseph Lauber y otro de Germán Rudmisky.
Galante y sentimental, el Divertimento de Mozart es un claro ejemplo del uso del formato clásico en una disposición de melodía y acompañamiento, aportándole al discurso un fluir dinámico en el que se desarrollan los temas. Por otro lado, un ritmo armónico usualmente lento le brinda a la obra de Furtok y Lauber una cualidad de música religiosa con evidentes raíces en el concerto grosso barroco. El primero, con un ritmo y carácter estables, revela cerca del final la cita a una melodía ampliamente conocida. El cuarteto de Lauber, por su parte, presenta mayores cambios gestuales y texturales, variando de corales a pasajes contrapuntísticos. Germán Rudmisky, quién también participa de este concierto como ejecutante, presenta un estilo contrastante, con una escritura que se balancea entre el ostinato y la nota pedal, la inestabilidad y el cromatismo.
 
Es, en definitiva, una tarde de cuerdas que adquieren distintas personalidades según la música que interpretan.
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