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Concierto 05 | OFBA

Orquesta Filarmónica de Buenos Aires

Concierto 05 | OFBA

Orquesta Filarmónica de Buenos Aires

Sábado 24 de Mayo

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Sábado 24 de Mayo
Sala principal

Días y horarios

Concierto 05

Director
Manuel Hernández-Silva

Piano
Teo Gheorghiu

Programa

Gabriel Sivak
Lágrimas de Tahuarí

Edvard Grieg
Concierto para piano en la menor, Op. 16

Dmitri Shostakovich
Sinfonía Nº 12 en re menor, Op. 112 “El año 1917”

No tan lejos del centro

Por Martín Baña

Obras de tres siglos diferentes, cuyas fuentes de inspiración y temáticas parecerían estar localizadas en zonas periféricas del mapa de la música de tradición escrita. Sin embargo, un abordaje más amplio permite ver que cada una de ellas también dialoga con cuestiones fundamentales del repertorio corriente. Se trata, así, de composiciones ubicadas no tan lejos del centro.
Los cinco movimientos que forman Lágrimas de Tahuarí están inspirados en la estancia que Gabriel Sivak realizara junto a los indios kuikuros en la Amazonia, en 2022. “Entrada no mato” evoca el ingreso a la selva y el ritual Kwarup con el que los indios exorcizan el dolor por la muerte de un ser querido. “Huka-Huka” remite a un arte marcial practicado por los indígenas. “Aguas de Buriti” sugiere la inmersión de un baño en la naturaleza y “Danse et polyrythmie” está influenciada por una imagen fija de la naturaleza. Finalmente, “Kuikuros” se inspira en la música de las etnias del territorio Xingu. Los incendios de 2019 dieron un giro inesperado a la obra. Dice Sivak: “Al hecho artístico se le agregó la dimensión contemporánea. Luego de estudiar la depredación histórica del Amazonas, intenté construir un retrato de la selva al cual añadí el aspecto destructor del ser humano, el pedido de auxilio de las etnias y la experiencia intransferible de la vida con los indios en la naturaleza”. La obra es un encargo de la Orchestre des Pays de la Loire y la Fundación Banque Populaire.
Conocido por sus miniaturas musicales, Edvard Grieg también hizo gala de su dominio de las grandes formas. Gracias al compositor Rikard Nordraak, descubrió el folklore noruego y pensó en incluirlo como insumo sin descuidar la estética romántica. Por ejemplo, en el Concierto para piano, Op. 16 (1868) el motivo que se expresa en la impetuosa cascada descendente con el que comienza y se cierra el primer movimiento proviene de la música folklórica noruega, como también lo hace el primer tema del mismo movimiento y la danza que abre el tercero. La armonía y el ritmo de esos motivos contrastan con el lirismo romántico del segundo tema del primer movimiento y el del inicio del segundo, logrando un maridaje preciso y balanceado. Según el musicólogo Daniel Grimley, el recurso al folklore en Grieg es un dispositivo sintáctico que permite innovar en el tratamiento de la gramática musical y preanunciar rasgos modernistas. Como ocurre con compositores de la segunda mitad del siglo XIX, pasajes de la obra la conectan con el pasado próximo del género –Schumann, Liszt– pero también anticipan gestos del pianismo de Rachmaninov.
Un siglo después, en la URSS corrían aires de liberalización cultural y política. Durante el Deshielo (1956 a 1964) la dirigencia propuso una revisión del estalinismo y una recuperación del proyecto originario de Lenin. La Sinfonía Nº 12 de Dmitri Shostakovich (1961) es deudora de ese impulso reformista ya que fue subtitulada “El año 1917” y dedicada al líder bolchevique. El compositor recurre a un elemento significativo del Romanticismo: el carácter programático de la música que se manifiesta, además del subtítulo, en la elección de los nombres de cada uno de sus movimientos –que aluden a distintos hitos de la Revolución Rusa– y en la inclusión de la obra dentro de un díptico junto con la Sinfonía Nº 11 (1957), subtitulada “El año 1905” por la primera revolución. En algunos pasajes la música remite a la intención programática, como en la percusión del final del tercer movimiento que imita los cañonazos lanzados desde el buque Aurora durante la toma del Palacio de Invierno. Pero en otros, se recupera el legado de algunos de los autores del grupo conocido como kuchka en el siglo XIX, especialmente de Alexander Borodin y Modest Musorgsky. El motivo del inicio del primer movimiento refiere al comienzo de la Sinfonía Nº 2 de Borodin, y el motivo expresado en las cuerdas con el cual comienza el segundo movimiento es similar al inicio del Acto I de Boris Godunov. Como un todo, la obra se desarrolla a través de una tensión acumulativa y desemboca en el final triunfante que anuncia el “amanecer de la humanidad”. Para reforzar el carácter narrativo de la sinfonía, Shostakovich indicó que debía tocarse ligada, sin espacios entre los movimientos.

DIRECTOR MUSICAL INVITADO
Manuel Hernández-Silva

Nació en Caracas, Venezuela. Se graduó en el Conservatorio Superior de Viena, con matrícula de honor, en la cátedra de los profesores Reinchard Schwarz y Georg Mark. En el año de su diplomatura ganó el Concurso Forum Junger Künstler de la Orquesta de Cámara de Viena, dirigiéndola en la Konzerthaus de Viena y en la […]

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Piano
Teo Gheorghiu

Nacido cerca de Zúrich, vivió en Londres, donde estudió con Hamish Milne. Irrumpió en la escena al ganar el 1º Premio en el Concurso Internacional de Piano de San Marino en 2004 y el máximo galardón en el Concurso Internacional Franz Liszt en Weimar.  A los 18 años fue el ganador más joven del Anillo […]

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