Ópera

Il Trittico (Il tabarro / Suor Angelica / Gianni Schicchi)

Giacomo Puccini

Il Trittico (Il tabarro / Suor Angelica / Gianni Schicchi)

Giacomo Puccini

2 al 13 de mayo

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2 al 13 de mayo
Sala principal

Días y horarios

Sala principal

Il tabarro
Ópera en un acto (1918)
Música de Giacomo Puccini
Libreto en italiano de Giuseppe Adami
Basada en la obra teatral de Didier Gold titulada La Houppelande (1910)

Suor Angelica – Gianni Schicchi
Óperas en un acto (1918)
Música de Giacomo Puccini
Libreto en italiano de Giovacchino Forzano

Producción del Teatro Colón


Dirección musical
Beatrice Venezi (02, 04, 07, 08)
Carlos Vieu (09, 11, 13)

Dirección de escena
Pier Francesco Maestrini

Diseño de escenografía y video
Nicolás Boni

Codiseño video-Suor Angelica
Matías Otálora

Diseño de vestuario
Stefania Scaraggi 

Iluminación
Daniele Naldi

Asistente de dirección de escena
Michele Cosentino

Asistente de vestuario
Paolo Vitale

Orquesta Estable del Teatro Colón

Coro Estable del Teatro Colón
Director – Miguel Martínez

Reparto

Il tabarro

Michele
Fabián Veloz (2, 4, 8, 13)
Leonardo López Linares (7, 9, 11)

Luigi
Mikheil Sheshaberidze (2, 4, 8, 13)
Diego Bento (7, 9, 11)

Giorgetta
Carla Filipcic Holm (2, 4, 8, 13)
Paulina González (7, 9, 11)

Talpa
Mario De Salvo (2, 4, 8, 13)
Sergio Wamba (7, 9, 11)

La Frugola
Guadalupe Barrientos (2, 4, 8, 13)
Alejandra Malvino (7, 9, 11)

Tinca
Fermín Prieto (2, 4, 8, 13)
Marcelo Gómez (7, 9, 11)

Vendedor de canciones
Carlos Ullán (2, 4, 8, 13)
Duilio Smiriglia (7, 9, 11)

Amante
María Eugenia Caretti (2, 4, 8, 13)
Camila Piccolo (7, 9, 11)

Amante
Nazareth Aufe (2, 4, 8, 13)
Pablo Truchljak (7, 9, 11)


Suor Angelica

Sor Angelica
Marta Torbidoni (2, 4, 8, 13)
María Belén Rivarola (7, 9, 11)

La tía princesa
Guadalupe Barrientos (2, 4, 8, 13)
Alejandra Malvino (7, 9, 11)

La abadesa
María Luján Mirabelli (2, 4, 8, 13)
Cecilia Díaz (7, 9, 11)

La celadora
Daniela Prado (2, 4, 8, 13)
Rocío Arbizu (7, 9, 11)

La maestra de novicias
Cecilia Díaz (2, 4, 8, 13)
Verónica Cano (7, 9, 11)

Sor Genoveva
Laura Polverini (2, 4, 8, 13)
Virginia Guevara (7, 9, 11)

Sor Osmina
Tahyana Perret (2, 4, 8, 13)
Pia Gray (7, 9, 11)

Sor Dolcina
Analia Sánchez (2, 4, 8, 13)
Tamara Pepe (7, 9, 11)

Hermana enfermera
Cintia Velázquez (2, 4, 8, 13)
Marina Torres (7, 9, 11)

Novicia
Marisú Pavón (2, 4, 8, 13)
Anna Sampedro (7, 9, 11)

Hermana lega I
Tahyana Perret (2, 4, 8, 13)
Pía Gray (7, 9, 11)

Hermana lega II
Ericka Cussy Alcón (2, 4, 8, 13)
Rosario Mesiano (7, 9, 11)

Hermana conversa I
Natacha Nocetti (2, 4, 8, 13)
Mailén Blanco (7, 9, 11)

Hermana conversa II
Lídice Robinson (2, 4, 8, 13)
Trinidad Goyeneche (7, 9, 11)


Gianni Schicchi

Gianni Schicchi
Ricardo Seguel (2, 4, 8, 13)
Omar Carrión (7, 9, 11)

Lauretta
Jaquelina Livieri (2, 4, 8, 13)
Florencia Burgardt (7, 9, 11)

Rinuccio
Santiago Martínez (2, 4, 7, 8, 9, 11, 13)

Zita
Guadalupe Barrientos (2, 4, 8, 13)
Alejandra Malvino (7, 9, 11)

Gherardo
Pablo Urban (2, 4, 8, 13)
Carlos Ullán (7, 9, 11)

Nella
Marina Silva (2, 4, 8, 13)
Eugenia Coronel Bugnon (7, 9, 11)

Betto di Signa
Juan Salvador Trupia (2, 4, 8, 13)
Agustín Albornoz (7, 9, 11)

Simone
Mario De Salvo (2, 4, 8, 13)
Sebastián Barboza (7, 9, 11)

Marco
Juan Font (2, 4, 8, 13)
Marcelo Iglesias Reynes (7, 9, 11)

La Ciesca
Eugenia Fuente (2, 4, 8, 13)
Mónica Nogales (7, 9, 11)

Maestro Spinelloccio
Luis Gaeta (2, 4, 8, 13)
Gustavo Gibert (7, 9, 11)

Sr. Amantio di Nicolao
Iván García (2, 4, 8, 13)
Juan Barrile (7, 9, 11)

Gherardino
Tiziano Rodrigo González

Pinellino
Carlos Esquivel (2, 4, 8, 13)
Leonardo Fontana (7, 9, 11)

Guccio
Edgardo Zecca (2, 4, 8, 13)
Augusto Nureña (7, 9, 11)

Argumento

Il tabarro
A la orilla del río Sena, París, 1910.
Luego de una ardua jornada, Michele, estibador de mediana edad, contempla el ocaso junto a la barcaza que le sirve de vivienda. Su mujer, la joven Giorgetta, ofrece una copa de vino a los trabajadores. Luigi, Tinca y Talpa beben agradecidos mientras el primero llama a un organillero. Al son de su desafinado vals Tinca y Luigi, el más joven del grupo, bailan con ella hasta que son interrumpidos por Michele. Los otros se retiran mientras la pareja discute sobre a quiénes despedir ante una partida que se plantea próxima. La mujer, añorando un trato más cariñoso, señala a Michele su frialdad para con ella. Mientras tanto, un vendedor de baladas canta sobre la desdichada Mimí, citando La Bohème. La Frugola llega en busca de Talpa, su marido, mostrando las baratijas que rescató de la basura parisina. Tinca parte hacia la taberna para olvidar a su infiel mujer, Luigi lamenta su ardua existencia, La Frugola sueña con una vida apacible en el campo y Giorgetta rememora el feliz bullicio del suburbio parisino que la vio nacer. Al quedar solos, Luigi y Giorgetta rememoran un furtivo encuentro amoroso y acuerdan volver a reunirse poco después. Ella encenderá un fósforo como señal. Michele retorna, rememorando los tiempos felices junto a Giorgetta y el hijo de ambos, que luego falleció, y de cómo ellos, sus dos amores, se acurrucaban bajo su tabardo (gran abrigo). Mientras se pregunta con quién lo engaña su mujer, enciende su pipa. Al ver la chispa, Luigi se acerca confundiéndola con la señal de Giorgetta para ser descubierto por Michele, quien, luego de forzar su confesión, lo estrangula. Tras esconder el cuerpo bajo su abrigo arriba la mujer, quien recuerda la frase de Michele «todos llevan un tabardo que esconde a veces una alegría, otras veces un dolor». Él, vengativo, responde abriéndolo y exhibiendo el crimen cometido.

Suor Angelica
Un convento, hacia finales del siglo XVII
En un apacible anochecer primaveral y luego de culminar las oraciones con un Ave María, las monjas se reúnen en el jardín del claustro, contemplando cómo los rayos del crepúsculo vuelven dorada a la fuente, dialogando luego sobre si es correcto o no tener deseos. La única que expresa no desear nada es Angelica, si bien sus compañeras murmuran que no es cierto pues se consume ansiando noticias de su familia, después de siete años de no saber nada de ellos. Ante el arribo de la hermana enfermera solicitando ayuda para Sor Clara, picada por avispas, Sor Angelica, experta en hierbas medicinales, se apresta a prepararle una poción sanadora. Una de las hermanas legas informa que ha arribado un rico carruaje. La Abadesa anuncia a la joven monja que ha llegado su tía, la princesa. Al encontrarla, esta le informa que le ha traído para firmar un documento según el cual Angelica ha de renunciar a su parte de los bienes legados por sus padres, fallecidos tiempo atrás, en favor de su hermana menor, pronta a casarse. La princesa espeta a la joven el deshonor que ha infringido a su familia mientras ella le implora que le de noticias del hijo que tuvo hace siete años, del cual la apartaron enviándola allí. Impasible, la tía le anuncia que el niño enfermó y murió dos años atrás. Desesperada, canta a su hijo, ansiando la muerte para poder arrullarlo en el cielo. Esa noche, luego de abrazar la cruz bebe un veneno preparado por ella misma. En su agonía, cae en la cuenta que por haberse dado muerte está condenada. El suicidio es un pecado mortal: no podrá ir al cielo y, por ende, no reencontrará a su pequeño. Suplica a la Virgen que se apiade, que la salve y le pide una señal. Entonces, los rayos celestiales iluminan la capilla develando la presencia de ángeles y de la madre de Cristo trayendo consigo a un niño, que le presenta. Angelica muere en paz.

Gianni Schicchi
Florencia, año 1299. Una gran habitación en la señorial casa de Buoso Donati.
Los parientes de Buoso, se reúnen en torno a su lecho fúnebre. La fingida aflicción desaparece cuando se menciona un rumor según el cual aquel ha legado sus posesiones al monasterio de Santa Reparata. Simone sugiere que busquen el testamento. Rinuccio da con este y antes de entregarlo a su tía Zita, le solicita permiso para casarse con Lauretta, hija de Gianni Schicchi. Los familiares se consternan al descubrir que el rumor no era infundado. Rinuccio propone que pidan consejo a Schicchi. Quedan atónitos ante el arribo del personaje junto a su hija puesto que se trata de alguien de los suburbios. Luego de un altercado entre Schicchi y Zita, Lauretta y Rinuccio ven disiparse las posibilidades de casarse. Es entonces cuando ella ruega sosiego a su padre, mediante el aria «O mio babbino caro». Luego de enviarla fuera, Schicchi instruye que escondan el cadáver. Al arribar el Dr. Spineloccio, imita la voz de Buoso. Habiendo funcionado el engaño explica: han de llamar a un abogado y dos testigos, él se hará pasar por Buoso y dictará testamento. Todos acuerdan sobre la división hasta que toca dirimir sobre los bienes más valiosos: la casa, la mula y los molinos de Signa. Mientras lo adulan, cada uno intenta ganarse su favor, tras lo cual les recuerda que quien sea descubierto como falsificador verá sus manos mutiladas y será exiliado de la ciudad. Al llegar el abogado, Schicchi dicta la repartición de acuerdo a lo convenido hasta que llegan los tres bienes más disputados. Es entonces cuando, presto, anuncia que lega cada uno de ellos a su “amigo, Gianni Schicchi”. Los familiares enfurecen, pero no pueden reaccionar pues, sino, serán descubiertos. Cuando abogado y testigos han partido caen sobre Schicchi, pero el nuevo testamento es una realidad. El protagonista los expulsa de la que ahora es su casa. Rinuccio y Lauretta ven asegurada su unión, mientras Schicchi solicita indulgencia a los espectadores ya que el gran Dante lo ha enviado al Infierno.

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